¿Por qué nuestros bordados tienen alma?
Transmitir el verdadero valor de nuestros bordados es muy importante, porque con cada pieza intentamos firmemente conservar una tradición ecuatoriana, “el bordado a mano de Zuleta”.
Para nosotras el bordado es parte de la vida, es nuestro sustento y estamos seguras que el amor por este arte milenario lo llevamos en la sangre, nos aferramos a él porque somos mujeres con una gran fuerza interior;
Mujeres y madres valientes que con una aguja en la mano apoyan en la economía de sus hogares;
Aquellas mujeres que acuestan a sus hijos, para luego empezar su jornada de la noche;
Mujeres que cerca de una lámpara bordan con apuro cuando la luz del día se ha ido;
Mujeres que hacen los trabajos más sencillos pero quizá con mayor dedicación, porque viven de su habilidad y no de los conocimientos adquiridos en una aula de escuela;
Aquellas mujeres que después de salir de un trabajo formal de ocho horas, les espera la tarea del bordado para aumentar los ingresos que siempre faltan;
Mujeres que mientras cuidan sus animales y sembríos, llevan sus bordados en la mano para “aprovechar el tiempo”;
Mujeres humildes que en sus rostros tienen las marcas del sol, del viento, de la lluvia, del campo.



"Cada puntada lleva dedicacio'n y esmero de mujeres que amamos y defendemos el bordado a mano"

Hola, soy Teresa Casa Ponce
tengo la dicha de haber nacido en Zuleta “la tierra del bordado a mano” en Imbabura, Ecuador y desde hace 35 años dedico mi vida a este arte.
Dios ha puesto habilidad en mis manos, me encanta dibujar, bordar y dar vida a las formas más diversas. En estos años se han unido a mi, decenas de mujeres y ahora juntas bordamos no sólo hermosas piezas, sino también sueños y esperanza.
Nuestro anhelo es poder entregarte en cada producto toda la magia y encanto de esta fina artesanía; que representa un pedacito de nuestro lindo país Ecuador, su cultura y tradición.